Ya comprendí que mi destino es elegir, no tengo miedo, he decidido ser feliz. No voy a abandonar; tengo tanto que ganar, tengo ganas de crecer, asumi la realidad. Equivocarme es una buena forma de aprender, qe si sigo al corazón no tengo nada que perder, y a cada paso.. surge otra oportunidad. Y ahora guardo mi energía para aquel qe crea en mí ... no perderé ni un día más en lamentarme y cada paso me permitirá avanzar hacia el futuro. Con confianza y libertad ... créeme, voy a vivir, saborear cada segundo, compartirlo y ser feliz.